Esa mañana desperté algo somnolienta. No podía casi mantener los párpados abiertos así que rápidamente, bajé las escaleras y fui al baño para lavarme la cara con agua fría, lo cual solo consiguió que quisiese cerrar los ojos y dormir de pie, o en el peor de los casos, caer al suelo bruscamente y seguir durmiendo en el piso, cosa que no me agradaba. Pensar en caer al suelo y que el choque de mi cabeza con el suelo puede dar resultado a que me rompa la cabeza y muera. Vestida con mi pijama de camisa ...
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